EL TREN DE LA LIBERTAD

Hace poco tuve la oportunidad de viajar en "El Tren de la Libertad" hacia el Valle de la Sal, ubicado en la provincia de Imbabura, tierra que se caracteriza por tener lagos, lagunas, un clima hermoso y por supuesto sus famosos valles.

Tren turístico

Autoferro, en el que nos llevaron al Valle de la Sal

Rótulo de embarque

El tren pasa por parajes de sobrecogedora belleza, donde la mano de Dios se hace presente a cada paso. Mientras el viaje avanza vas acompañado de una vegetación exuberante, llanuras inmensas, cañaverales, precipicios, cascadas y, lo principal, respiras ese aire fresco que te hace sentir vivo en un paraíso que puedes tocar con tus manos. 

Cañaverales

Rieles sobre precipicio

Las rieles se pierden, van camino al cielo

Llanura

Cascada "Cabellos de Angel"

El primer túnel que atraviesas, es el de los deseos, ahí puedes pedir lo que quieres que se te cumpla.

Túnel de los deseos

 

El tren avanzó hasta el valle de la sal, de ahí nos llevaron en una chiva hacia las piscinas de aguas termales medicinales de San Francisco, ubicado junto a Chachimbiro. Dice la gente que estas aguas son medicinales.

Chiva "Palenque"

Afuera del sitio te esperan; Miguel con sus deliciosos ovos y Manuel con las dulces cañas. Esta es una compra imprescindible.

Miguel González

Manuel Minda

Continuamos el viaje hacia el Valle de la Sal, lugar pequeño pero hermoso. Es un caserío enclavado en medio de la nada, tiene un rico clima cálido. Ahí está el Centro Étnico Gastonómico Palenque, donde puedes comer como en casa.

Valle de la Sal

orquesta fuera del restaurante

Durante el viaje en tren siempre estuvimos acompañados por Julio, Gerardo, Raúl, Luis, Marcos y nuestra excelente guía, Eliana. Ellos son el personal de Ferrocarriles del Ecuador. Por cierto, son súper amables.

Al terminar el paseo sacas la conclusión de que el tour debió llamarse "En tren al paraíso" porque Ecuador, es un lugar pintado por la mano divina, es una obra única, no hay otro igual.

¡HASTA PRONTO!