PARQUE VÍCTOR MANUEL PEÑAHERRERA |
Ibarra, capital de la Provincia de Imbabura, erigida en las faldas del Taita Imbabura y llamada “Ciudad Blanca”, debido a que sus casas ostentaban ese color en sus fachadas.
Hace poco estuve ahí y aún sigue siendo la ciudad blanca, pero no en su totalidad. Ahora ostenta colores diversos en sus paredes, pero lo que no ha cambiado es la calidez de su gente y la hospitalidad que brindan al turista nacional y extranjero.
Ingreso a la Basílica de la Merced |
Mucha paz se respira en el aire, el pequeño parque en honor a Víctor Manuel Peñaherrera, uno de sus insignes hijos, está lleno de palomas que dan vida y movimiento al sitio poblado por plantas coloridas y árboles frondosos.
Monumento a Víctor Manuel Peñaherrera |
Frente al parque, se encuentra erguida la Basílica de la Merced, no tan grande pero alberga a muchos fieles en todo momento, su púlpito de pan de oro coronado por cúpulas que permiten el paso de la luz, hacen de esta iglesia un lugar de consuelo y de quietud.
Dentro del parque está el famoso fotógrafo de pueblo, retratando a los niños sobre sus caballitos estáticos.
En los alrededores encuentras vendedores de la rica espumilla y pequeños kioscos, donde consigues las deliciosas nogadas, mezclas de azúcar o panela bañadas con tocte, que son las nueces del nogal, o el famoso arrope de mora, mismo que ahora lo hacen de varios sabores.
Espumilla |
Nogadas y Arrope |
En las calles aledañas puedes comprar los tradicionales helados de paila, propios del lugar, los barquillos y los ricos delicados.
Yo, pensando en comerme una nogada |
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